¿Qué es el Análisis Avanzado de Datos? Las enormes posibilidades del Big Data
La producción de datos en entornos de gestión, tanto públicos como empresariales, ha sido siempre alta. Actualmente, con las tecnologías existentes y las herramientas digitales de que disponemos, se producen dos hechos evidentes, de una parte, un incremento en la producción y difusión de esos datos, y de otra, ante la profusión de los mismos, la imposibilidad de saber gestionarlos, en la mayoría de los casos, óptimamente por nuestros propios medios (procesar, filtrar, interconectar y analizar) para poder extraer todo el potencial de información real, útil y estratégicamente relevante que albergan. Y todo ello del modo más rápido, ya que debido a ese aumento exponencial en la generación de contenidos, su vida operativa es muy corta.
Gracias a los avances tecnológicos, tanto las personas, como las máquinas, estamos más interrelacionados, durante más tiempo y, en ocasiones, sin ningún tipo de interrupción. Esta interconexión produce la creación de “ecosistemas digitales” que generan un flujo de datos que crece, día a día, de un modo desbocado. En los últimos dos años se han generado más datos que en todo el resto de la historia. Pequeños gestos cotidianos, que nos pasan inadvertidos, provocan datos que se van almacenando (sentarnos al volante de nuestro coche, conectar nuestro Smartphone, comprar un billete de avión, etc.).
Pero en ocasiones, es fácil confundir la materia prima, el dato, con la información. Ello es un error. Harvard Business Review publicaba el año pasado un artículo bajo el título “Los buenos datos no garantizan buenas decisiones”. Convertir esos datos en conocimiento, a tiempo real, que nos resulte rentable en términos de gestión para facilitar la toma de decisiones, es una de las funciones principales que nos proporciona el Análisis Avanzado de Datos. No se trata de recopilar y almacenar datos, este hecho se produce en la mayoría de las ocasiones de un modo automático, sino de gestionar esos datos de manera inteligente.
Esto requiere un cambio de paradigma en el análisis tradicional de datos. En muchos casos no siguen una estructura convencional y, por tanto, demandan tecnologías y metodologías sofisticadas.
Cada vez más y con mayor premura, el éxito de una empresa o la mejora en la gestión de recursos públicos va a depender de su capacidad para extraer conclusiones a raíz de los diversos datos disponibles.
Saber cómo fidelizar clientes del modo más eficaz, conocer qué diferentes tipologías de públicos, de un modo segmentado, visitan su web o compran sus productos, o bien, identificar qué procesos son los que en una determinada organización provocan mermas económicas, qué tendencias sociales incipientes se convertirán en mayoritarias, etc., son algunos de los innumerables ejemplos a los que el análisis avanzado de datos puede dar respuesta.
Autores como el profesor de Oxford, Viktor Mayer-Schönberger hablan de una revolución, que cambiará nuestro modo de trabajar e incluso el de pensar.
A diferencia de lo que normalmente ocurre, el Análisis Avanzado de Datos está teniendo, hoy por hoy, un mayor desarrollo desde el ámbito público.
Los campos de aplicación de esta ciencia son interminables, organizaciones públicas, banca, sanidad, seguros, industria, seguridad, energía, etc.
El marketing es uno de ellos, y es el momento de que se extienda a la iniciativa privada, a las empresas y a sus departamentos de marketing y de relación con los clientes.
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